Los tebeos de nuestra infancia: La Escuela Bruguera (1964-1986), supone la segunda parte de aquel trabajo magnífico del amigo Toni Guiral, Cuando los cómics se llamaban tebeos: La Escuela Bruguera (1945-1963). Una obra imprescindible para comprender la historia del tebeo en nuestro país, ahora con la segunda parte, se cierra una de las mejores etapas creativas de la editoriall del gato.
Los tebeos de nuestra infancia: La Escuela Bruguera (1964-1986), de Antoni Guiral. Colección Magnum nº 7, cartoné, sobre camisa con solapas, 360 páginas, color, incluye como regalo extra un DVD con cientos de imágenes de los tebeos de la Bruguera de aquella época. PVP: 38
Sirva el título de ésta obra, como referencia, a la primera exposición que montó la Fundación Gin, cuya muestra tuvo lugar tuvo lugar en La Casa de la Entrevista de Alcalá de Henares del 5 al 30 de Octubre de 2000. Recuerdo que en la inauguración estuvo Jose Luis Martín que hizo la presentación junto con Fer de la revista "El Jueves" y demás autoridades. Nos hablaron del esfuerzo realizado para presentar estos trabajos y que posiblemente expondrían en otros lugares de España (como el Salón de La Coruña en 2001) En ella pude ver los originales de muchos de los mejores autores de nuestra infancia como: Vázquez, Ibáñez, Escobar, Peñarroya,Jorge, Opisso, Raf, Coll y un sin fin de autores del famoso TBO. Allí estaban esa magníficas páginas de: Mortadelo y Filemón, 13 Rue del Percebe, Anacleto, Hermanas Gilda, Anacleto, Carpanta, El Reportero Tribulete, Agamenón y un elenco de personajes del TBO. En la muestra se hizo una selección de los originales presentados porque estaba claro que en la sala no cabían todos los que habían traído. Cabe destacar que también se mostraron las portadas de diferentes publicaciones: DDT, TBO, Mortadelo, Almanaques; en las que se podían apreciar los cambios sufridos en diferentes años, donde retocaban los precios, fechas, textos de los bocadillos. En estas portadas destacar que los colores utilizados en su mayoría eran planos en consonancia con su época. Los dibujos eran maravillosos realmente, en la misma sala podía apreciar la calidad gráfica y humana que ponían estos autores.