La novela negra siempre ha tenido grandes autores, es el caso del genuino Raymond Chandler (Chicago 1988), uno de los más grandes, que ayudó a consolidar todo un género con su emblemático personaje, Philip Marlowe, con su primera novela El sueño eterno de 1939. Desde entonces ha habido numerosas adaptaciones a la gran pantalla, y como en el caso del cómic, la reciente adaptación publicada por Glénat de Andreu Martín y Luis Bermejo o el caso de la colección Comic Noir, que ha publicado ya dos especiales de Philip Marlowe (el primero, el n º2 de la colección La hermana pequeña), y éste Los problemas son mi negocio; título alusivo a un chiste que suele contar el detective privado. En él nos encontraremos con dos buenas historias que adaptan dos relatos del autor, el primero El Lápiz, donde nuestro detective se verá envuelto en un caso de un ex criminal, Ikky Rosen, que quiere desaparecer de la lista negra donde del sindicato del crimen, pagando la no desdeñable cifra de 6000 dólares. Un tipo que en sus buenos tiempos actuaba como recadero de la familia gangsteril, y que pondrá pies en polvorosa, gracias al amigo Marlowe; pero no estará todo el asunto tan claro al final de la historia. En la segunda, Los problemas son mi negocio, un rico tabacalero se ve sometido a un chantaje, en el que está implicado el hijo de éste en negocios sucios de juego, junto a una chica que le puede complicar mucho la vida. Ahí es donde nuestro detective entra para resolver un caso con unas cuentas pendientes.
El detective Marlowe, encarna el personaje más cínico que uno se puede encontrar en su oficio, un ser sin tapujos, curtido en mil batallas, solitario, capaz de sobrevivir en las condiciones más adversas, con la facilidad de encandilar a las más bellas mujeres, sin el mayor aprecio; estas son algunas de las características que nos encontraremos de la pluma de Chandler y las adaptaciones que realizan Jerôme Charyn y James Rose.
En el primer relato tenemos a un David Lloyd (co-creador junto a Alan Moore de V de Vendetta), en plena forma con unos buenos dibujos, que nos muestran en todo momento su gran profesionalidad; sin ser un dibujante espectacular, consigue una buena atmósfera en el relato. Mientras que en el segundo, al realizarlo dos autores, Lee Moyer y Alfredo Alcalá, cuando se combinan su páginas para completar la historia, el resultado es un poco desigual; dejando al lector un poco desconcertado, pero sin afectar a un buen guión. En definitiva tenemos un cómic entretenido al más puro estilo Comic Noir.
Philip Marlowe, los problemas son mi negocio
Adaptaciones: Jerôme Charyn, James Rose.
Dibujos: Lloyd, Moyer, Alcalá.
Editorial: Norma Editorial.
Colección: Comic Noir nº 11
Formato: rústica, 17 x 26 cms.
88 Páginas, b/n, 7 .
Valoración: *** ½
Escrito por JAMESON a las 9 de Junio 2006 a las 03:12 AM